Turismo de base comunitario en Pipinas
Turismo de base comunitario en Pipinas

Las cooperativas nacen cuando hay una necesidad, Pipinas transporta en sus rieles la economía solidaria.

Pipinas se formó alrededor de la estación de ferrocarril que se instaló en 1913, el pueblo se encuentra sobre una línea de calcáreo que es la materia prima para la elaboración de cemento por lo que en 1937 llego la fábrica Corcemar. 
En un año y medio se finalizó e instalo, de 1939 a 1991 funcionó la fábrica y alrededor se organizó la comunidad, el pueblo creció, llegaron a vivir 3500 habitantes de los cuales 350 eran obreros  que desarrollaban sus actividades allí. 

En 1962 hubo una huelga de carniceros, los ciudadanos decidieron organizarse en la cooperativa de consumo que fue la primera en la zona. En 1970 la comunidad volvió a juntarse para tener luz, por lo que nació la cooperativa eléctrica y de servicios públicos que provee de luz, agua y telefonía a los Pipinenses. 

En 1991 el estado Nacional les quitó el subsidio de combustible a la fábrica apagando a todo un pueblo. Corcemar tuvo que ponerse en venta, el comprador fue Loma Negra, su mayor competencia, diez años después de haberla adquirido, la vació, quebró y cerró. 
El 17 de mayo de 2001 en Pipinas  quedaban 900 habitantes, la situación era devastadora. Pero como las cooperativas nacen cuando hay una necesidad, fue en ese contexto en el que se formó la Cooperativa Pipinas Vivas Ltda.  

En entrevista con Megafon radio, Claudia Díaz contó «mirando el fenómeno de fábricas recuperadas es que se nos ocurrió armar una cooperativa y recuperar el hotel,  el predio del ex Corcemar para el turismo. Nacimos sin saber de cooperativismo ni de turismo. Aprendimos haciendo, el proyecto comenzó con la recuperación en el 2005 y nos autogestionamos». 

Esta localidad se encuentra en el partido de Punta Indio, esta ubicada en la punta norte de Bahía San Borombon, el ultimo pueblo de la ruta 36 que hace 14 años tiene una propuesta diferente de turismo, «la concepción de turismo tiene que ver con potenciar a los habitantes en todos sus que haceres y con nuestros tiempos, respetando y diferenciándonos del turismo capitalista tradicional, nosotros lo llamamos turismo de base comunitario».
Para sus pueblerinos ofrece una vida tranquila, previsible, que da la posibilidad de planificar y contar con la solidaridad de la comunidad. Un lugar que nuevamente está poblado por obreros industriales y rurales que están transformando su territorio en busca de un presente mejor. 
«Se puede visitar el Parque Costero del Sur que está a 20 kilómetros pero cuando nos lanzamos con el proyecto pensamos que teníamos que encontrar algo en y para nuestro pueblo, entonces ahí nace el museo cielo abierto que es un espacio de murales que se puede recorrer por el pueblo y cada mural tiene su historia. Se hace con guiadas,  hicimos un sendero al pie de la chimenea de Coremar donde al recorrerlo se puede conocer la historia de la fábrica», contó Claudia. 

Las recomendaciones para todo visitante son pasar por el carrito del 36 para comer las mejores carnes o saborear las pastas caseras del hotel que están elaboradas en el pueblo. Recorrer Pipinas mirando los murales, conocer la historia de la fábrica y visitar la réplica del tronador dos, proyecto de soberanía satelital. Hay un circuito de cielo verde, atardeceres de 180 grados y se puede disfrutar de hacer el camino blanco que es guiado por conchillas que junto con la ayuda de la luna en plena noche te guían por el campo. 

2022-11-18 12:00:00
Categoría: Asociativismo
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