En el Barrio 31 de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires, en medio de un festival de múltiples disciplinas deportivas se consumó el sueño de lxs vecinxs: el polideportivo Lucía Cullen que beneficiará a más de 40 mil vecinos y vecinas del barrio que podrán utilizar y disfrutar de las instalaciones.
Las obras incluyeron la puesta en valor, ampliación, refacción y refuncionalización del edificio ferroviario Taller Saldías, que se convirtió en un centro educativo y deportivo. El nuevo espacio cuenta con tres sectores: uno cubierto bajo losa y cerrado que alberga dos aulas taller, administración, depósito, buffet, sanitarios, baños para personas con movilidad reducida y áreas de usos múltiples.
También hay un espacio semicubierto que tiene una cancha multipropósito y sanitarios. En la parte exterior se realizó la puesta en valor y refacción del edificio: construcción y reparación de muros interiores y exteriores y una cancha de césped.
«El centro deportivo y educativo fue creado para promover la igualdad de género y para garantizar el derecho al juego y la recreación de lxs pibxs del barrio», expresó a través de las redes sociales Alcorta.
Por su parte el ministro Lammens contó que el espacio cuenta con una infraestructura accesible, «es una propuesta deportiva, educativa y con perspectiva de género para que lxs chicos del barrio Padre Mugica disfruten de las mejores instalaciones»
«Pusimos en valor este edificio ferroviario en desuso, con el objetivo de brindar un centro educativo, deportivo y cultural que, con perspectiva de género, sea un espacio de desarrollo e inclusión social», detalló Guerrera.
Lucía Cuellen era estudiante de Trabajo Social, había sido la colaboradora e íntima amiga del padre Carlos Mugica con quien trabajaba en la Villa 31. Era viuda de José Luis Nell. Su padre había sido el titular de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
El 22 de junio de 1976 una brigada operativa conducida por el jefe de la ayudantía, subcomisario Icely, y que incluía al entonces ministro del interior Harguindeguy, secuestró a Lucía en su domicilio de la calle Concepción Arenal. El área liberada fue gestionada por el oficial inspector de la Policía Federal Rodolfo Peregrino Fernández quien era el ayudante y custodio de Harguindeguy.
Lucía fue llevada al centro clandestino de detención Omega, cerca del Camino de Cintura. Allí la llevaron al sótano donde la ataron de pies y manos a una cama sin colchón, totalmente desnuda, y la torturaron con picana eléctrica. Sus torturadores fueron Juan Carlos Falcón, apodado «Kung Fu» y el sargento primero Herrera, «Tortuga».
El director de cine Luis Barone hizo un documental sobre las vidas de Lucía, José Luis y el padre Mugica llamado Los malditos caminos. Hay una asociación con su nombre en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. El libro «La Cullen, una historia de militancia», coeditado por La Agrupación de Trabajo Social Lucía Cullen y el Instituto de Estudios y Formación de la CTA, detalla la vida militante de Lucía.
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Lic. en Comunicación Social con orientación en Periodismo (UNLP), Locutora Nacional de Radio y Tv (ISER), estudiante de Lic. en Letras (UBA).
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