Cada 31 de marzo se conmemora el día Internacional de la Visibilidad Travesti-Trans con el objetivo de generar conciencia sobre este colectivo que enfrenta cotidianamente la vulneración de sus derechos, estigmatización, discriminación, violencia, discursos y crímenes de odio.

Vivimos en una sociedad adultocéntrica y no estoy diciendo ninguna novedad al respecto, aunque no sé si todxs somos conscientes de las consecuencias que esto conlleva. Las personas trans adultas pueden alzar su voz, hacer oír sus reclamos o al menos internarlo y por este motivo quiero dedicarle unas líneas a las infancias, a esa etapa de la vida de la que atesoramos recuerdos, juegos, olores, colores y picardías, a la que casi todas las personas queremos regresar, ese momento en el que nos formamos, desarrollamos nuestra identidad, claro está que la construcción identitaria no es algo estático pero aquí podríamos decir que esta el inicio. Muchas personas trans adultas recuerdan sus infancias con dolor por haber sido expulsadas de su familia, de la escuela, por no haber encontrado atención en el sistema de salud, por no conseguir trabajo y que no se respeten sus gustos, deseos, formas de vida. Por todo esto me parece importante detenerme en el casi. Muchos adultos y adultas trans de hoy militan para que ninguna niñez pase por lo que ellxs tuvieron que pasar. En Argentina, con el transcurso de los años y gracias a esa militancia hoy contamos con una Ley de Identidad de Género que garantiza derechos también a las infancias y que debemos defenderlos en las calles para que no sean solo una mera cuestión declamatoria y se materialicen en prácticas concretas de la vida cotidiana.

Susana Roussy, trabajadora del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, integrante de Crianzas Disidentes considera que no es bueno hablar por otres pero que está bien que les adultes se hagan cargo de visibilizar lo que acontece y les niñes de ser niñes. Argentina cuenta con normas y leyes pioneras en el mundo, nuestro país avanzó en la adquisición de derechos para la comunidad travesti trans pero todavía falta mucho, aún hoy la esperanza de vida sigue siendo de 35 años.

«Para modificar esta estadística tiene mucho que ver el cupo laboral travesti trans que permitirá que accedan a otro tipo de trabajos. Ésta por ejemplo es una política reparatoria y se están trabajando en otras para prevenir y no llegar a esa situación», explico Roussy en dialogo con el programa Desde El Barrio por Radio Gráfica.

Otra de las políticas públicas es la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) que brinda recursos para trabajar en los diferentes niveles educativos ya sea en la formación docente, en la educación especial, en las familias y jóvenes adultxs. La norma cuenta con un enfoque integral de la educación sexual e implica la transversalidad de sus cinco ejes en todos los contenidos y áreas curriculares que son: ejercer nuestros derechos, cuidar el cuerpo y la salud, reconocer la perspectiva de género, respetar la diversidad y valorar la afectividad.

«El primer círculo de exclusiones es la familia, eso tiene que ver con un cambio cultural, se avanzó mucho, pero es importante que circule información del tema para que las familias tengan donde apoyarse, que el estado contenga y de herramientas. En relación al segundo círculo de exclusión que es la escuela hay una normativa que es la ESI que si bien avanzó sigue siendo una ley binaria y actualmente estamos luchando para que se aplique en todas las escuelas», detalló la integrante de Crianzas Disidentes de La Plata.

Lo que no se nombra no existe, parece una frase de propaganda o de remera pero aplica en la vida cotidiana, en la formación de sentidos, de realidades, de identidades, en la construcción social. Cuando los contenidos educativos no incluyen a las personas travesti trans, no solo se las está excluyendo sino también reforzando miradas trans-odiantes. «Esto pasa sobre todo en biología, cuando se habla de la corporalidad de hombre: persona que tiene pene y mujer: persona que tiene vulva, en ese momento excluís y reforzas miradas odiantes, “ves que no sos» «ves que no existís» Lo que se juega no es una falta de respeto solamente, es negarle la existencia a la otra persona. Por eso también hay un nivel alto en la tasa de suicidio o intento, esto es producto del accionar social que lxs lleva a esta situación», contó Roussy.

Aún contando con leyes pioneras que ubican a nuestro país como ejemplo en el mundo, la realidad nos muestra todos los días que la discriminación, las violencias y los discursos y crímenes de odio existen y persisten. Este es un cambio cultural que como tal nos llevará tiempo, hay que desnaturalizar lo aprendido, prestar atención a nuestras infancias, dejar la mirada adultocéntrica de lado y aprender de los, las, les otres, les peques. Todas las personas tenemos derecho a vivir una vida libre de violencias, a gozar de los mismos derechos, salud, trabajo, acceso a la justicia, vivienda, libertad sexual e identidad de género auto percibida y les niñes y adolescentes no son las excepción.

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María Laura Morales

Lic. en Comunicación Social con orientación en Periodismo (UNLP), Locutora Nacional de Radio y Tv (ISER), estudiante de Lic. en Letras (UBA).