Ana Ríos tenía 26 años, cursaba sus últimas materias en la Universidad Nacional de Tucuman, trabajaba como moza en un bar y según contaron sus amistades una vez recibida quería volver a su provincia para ejercer allí su profesión. El 30 de marzo de 2018 los canales de televisión informaron que cayó de un cuarto piso en pleno centro de San Miguel, que agonizó 48 horas y finalmente el 2 de abril falleció. En los medios de comunicación en un primer momento se hablaba del caso como un intento de suicidio ya que murió horas después. Pero Ana no estaba sola en el departamento, su novio fue el único testigo presencial y la policía y el poder judicial le creyeron su relato sin cuestionárselo. Desde los feminismos señalan que por este accionar ineficiente del estado se perdieron muchas pruebas valiosas para el esclarecimiento de los hechos. «Luego del fallecimiento de Ana se conoce la noticia de que ella había realizado unos meses antes una denuncia por violencia de género contra Facundo Guerrero, es más los compañeros de la facultad y amigas declararon que efectivamente sufría violencia de género, que quería separarse e irse a vivir a Jujuy pero él no quería», contó Belén Ortíz, Secretaria General del Partido Kolina, militante feminista, una de las referentas del Frente de Mujeres y Disidencias del Frente de Todxs que está dentro del colectivo Ni Una Menos en Tucumán.
Este martes 16 de agosto comenzó la décima audiencia, la semana pasada se llevó adelante la ronda de testigos donde se escucharon dos testimonios muy importantes. «Fueron los de dos peritos, el primero un psicólogo que es un perito oficial que en su informe remarca que Facundo Guerrero tiene una personalidad narcisista con rasgos psicopáticos y que es un negador de la realidad; en segundo lugar una psicóloga social, al no haber peritos oficiales dentro de esta especialidad se pidió a la escuela de Psicología Social de Tucumán que designará una profesional que pudiera hacer este peritaje y ella peritó copia de todos los testimonios que fue recabando la justicia durante estos cuatro años y terminó concluyendo que la relación de Ana y Facundo Guerrero era violenta, que estaba enmarcada en un contexto de machismo de Facundo y de su entorno, en donde la mujer era permanentemente cosificada, descalificada, denigrada», detalló Ortíz.
Es importante recordar que en el 2016 Ana ya había presentado una denuncia contra Facundo Guerrero porque la había empujado por las escaleras de un edificio y arrastrado de los pelos hasta la calle. «Ella pudo hacer la denuncia gracias a que en ese momento una testigo que no los conocía vio el hecho, la pudo ayudar y acompañar a que realice esta denuncia», explicó Ortiz y agregó: «Esta persona fue testigo también en esta causa y como dice el abogado de la querella, la defensa y los testigos que presentó la defensa denigraron permanentemente a Ana tratándola de alcohólica, de depresiva, de infiel y cuantas otras calumnias se les fue ocurriendo en este camino.»
Desde el Frente de Mujeres del Frente de Todos semanas atrás compartieron un comunicado titulado «Freidenberg: La jueza que va a contramano» donde dieron a conocer algunos hechos puntuales por los que es conocida la Magistrada en la provincia de Tucumán. Denunciaron la falta de formación en perspectiva de género de la funcionaria pública y recordaron que el pasado 8 de marzo durante la marcha convocada por Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Jueza Friedenberg condujo su auto por la vereda y en contramano poniendo en riesgo la integridad de muchas manifestantes. Por este accionar la magistrada tendrá que pagar una multa de 95 mil pesos.
«Pasó algo particular con una de las testigos de la querella, desde que compartió nuestro comunicado intentaron desestimar su testimonio, un testimonio contundente porque ella había sido testigo de hechos de violencia por parte de Guerrero contra Ana», señaló Ortiz.
El próximo jueves posiblemente será el momento de los alegatos y la sentencia, desde los feminismos piden a la comunidad el acompañamiento para generar la presión necesaria para que se haga justicia. «Seguimos en la lucha, vamos a convocar a las puertas de tribunales ese día para que sientan el clamor de las mujeres que decimos que no queremos más víctimas, que no queremos ni una menos, que no le creemos a Facundo Guerrero, que estamos convencidas de que esto no fue un suicidio que Ana no se tiro, a Ana la empujó esta persona, Facundo Guerrero, femicida, violento», concluyó Ortiz
Lic. en Comunicación Social con orientación en Periodismo (UNLP), Locutora Nacional de Radio y Tv (ISER), estudiante de Lic. en Letras (UBA).
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