La necesidad de escribir
la necesidad deescribir

Una charla con Eugenia Almeida sobre libros, escritura, lectura y azar a partir de la salida de su nueva novela «Desarmadero».

Hace poco se editó en Argentina su última novela “Desarmadero” a través del sello Edhasa y casi al mismo tiempo ganó el “Premio de la crítica al mejor libro editado en 2019” con “Inundación”, un texto que se podría pensar como híbrido, que abarca temáticas relacionadas con la lectura y la escritura entendidas como tarea, como oficio, como pasión y que además la editorial cordobesa Documenta lanzó en una colección de libros bellísimos. Eugenia Almeida es además periodista cultural, trabaja en la radio de la universidad de Córdoba recomendando lecturas cada semana y escribe para La voz del interior.

Inundación

-Hay cuatro novelas, “El colectivo”, “La pieza del fondo”, “La tensión del umbral” y la más reciente “Desarmadero” y hay un libro que creo es de los que más más regale, lo regalé porque me gusta mucho y lo regale también porque no quería que nadie no me lo devuelva, digo ante la posibilidad de que no me lo devuelvan lo regalo. Ese libro es Inundación y es distinto al resto.

-Bueno, «Inundación» y «La boca de la tormenta», que es un libro de poesía que está publicado con esta misma editorial, con Documenta Escénica y que son libros raros. Digamos raros para lo que suelo hacer, que son los libros que vos mencionaste, que son novelas. La invitación desde este sello, documenta escénica fue apuntar ahí en general, esta es la invitación que le hacen a los autores apuntar como a un territorio no tan explorado que no sea lo que habitualmente haces. Yo sé que ese espacio, con documenta escénica, es un espacio en el que yo tengo, digamos, permiso para jugar en otros territorios, aunque lo tengo en todas las editoriales con las que trabajo, pero siempre que pienso algo que que se aleja de la novela o de la narrativa, lo pienso para ese sello, así que bueno, es con ellos con quienes voy armando otro caminito.

Camino al policial

-Decíamos que tenías cuatro novelas. Yo noté un camino hacia el policial. ¿Cómo lo ves?

-Sí un camino que que empieza con una cosa más de enigma y se va angostando, angostando y ahora en este último libro me dejó en un rincón de novela negra negra. de policial, pero de policial no de resolución de un misterio, sino de radiografía de un estado de la de la cuestión. Y sí, yo también veo ese camino y me pregunto con mucha mucha curiosidad qué viene después, no sé qué vendrá después de «Desarmadero». El policial es un género que me gusta mucho leer y que disfruto mucho, entonces no me es raro que esta estructura se me imponga un poco como estructura narrativa, pero no sé qué pasará después.

-¿Y te planteas cuando terminas un libro qué viene después, te planteas la situación como de una carrera, como un recorrido que vas haciendo como escritora?

-No, en lo más mínimo si pensara en esos términos al momento de escribir no escribía nada. Al momento de escribir yo escribo para mí, para mí, en el sentido de que es una actividad que necesito hacer. Me gusta hacerla. Y es una parte muy importante de mi vida y cuando no la tengo las cosas no fluyen, pero a veces tardo mucho tiempo en descubrir si esto que estoy escribiendo puede convertirse en un libro o no. A veces hay un momento en que siento algo y digo: “Ah, capaz que aquí hay un libro”, pero más allá de esa sensación, no pienso más que eso hasta que termino, una vez que termino de escribir, digamos, en el trabajo de corrección ahí, pienso en un lector y pienso en una editorial, pero creo que ni siquiera en ese momento pienso en ese recorrido como una carrera, como un hilo. Sino sólo cuando hay una mirada desde afuera, como la que me acabas de plantear vos o a veces hace la crítica o un lector que te señala algo, pues siempre es algo que viene más de afuera, no de mí.

El azar

-En “Desarmadero” se da un desencadenante que me recordó al concepto de azar en Auster, ese momento en el que algo impensado, que parece trivial tira la primera ficha de una cadena de dominó, ¿pensaste en el azar al armar la novela?

-En el momento de escribir, no, no lo pensaba porque mi relación con la escritura es casi como la relación de lectura. Yo no sé qué va a pasar. Escribo para saber qué es lo que pasa, entonces no tengo una idea previa. Sí a medida que iba avanzando y mirando hacia atrás, yo lo leía como un azar en el sentido de que lo que nosotros percibimos como azar quizás en otro nivel no es azar y que por ahí la vida pega un coletazo; en el caso del de la novela en general es un coletazo de desgracia por alguna estupidez que hiciste o quizás por algo que ni siquiera fue una estupidez, algo que no viste venir y que no estaba en tu posibilidad de acción o previsión. Porque hay como una idea flotando en nuestra época, en nuestra cultura de que tenemos mucho dominio sobre lo que pasa en nuestras vidas, ¿no? es esa tontería de que si a uno le va mal es porque necesariamente no está poniendo todo lo que tiene que poner, como si a los que les va bien fuera sólo su propio mérito y no un montón de variables, algunas muy concretas y otras misteriosas, entonces eso sí es algo que yo veía en la historia, decir “yo no hice nada para merecer esto”. Mi sensación es que sí, la mayoría de nosotros no hacemos nada y hay esa idea de que bueno que si uno más o menos tiene una vida tranquila y se comporta más o menos bien, nada demasiado malo te puede pasar desde el exterior más allá de las cosas lógicas de la vida, no sé: enfermarse, perder gente, pero no algo brutal, algo que que te destroza y eso puede pasar en cualquier momento. No lo sabemos, pero también pensaba en esa cosa que suelen decir los cristianos o personas que pertenezcan a alguna religión de creer que o de sentir que en los ojos de Dios, pongamoslé más arriba, hay una lógica que los humanos no llegamos a comprender y que nosotros leemos como casualidad, suerte, no sé, pero desde otra mirada sí hay ahí una cadena de eventos y yo que pensaba que. Si realmente estas redes de poder que están por atrás de lo institucional, por atrás de los poderes constituidos como no sé, los jueces, los CEO, un presidente, los ministros, los gobernadores, esos poderes mucho más grandes que están por atrás, ¿eh? Quizás ellos lean como un dominó lo que nosotros leemos como una casualidad.

La conversación siguió y hablamos de la industria del libro, del libro como objeto, del periodismo cultural… si querés escuchar la nota completa, justo acá podes darle play.

2022-07-04 18:00:00
Categoría: Literatura
Relacionados
Contactanos
Categorías

2021– © Rescoldo Todos los derechos compartidos

Editora asociada: María Laura Morales

Editor asociado: Pablo Bussetti

Portal con perspectiva de género y derechos humanos.

Desarrollado por Puro Web Design.

A %d blogueros les gusta esto: