La violencia de género detrás de las pantallas
La violencia de género detrás de las pantallas
Sin respiro, las mujeres sufren maltrato y cuestionamientos por su género también en los entornos digitales.

La violencia de género se puede presentar, lamentablemente, de muchas maneras. Una de ellas es mediante medios digitales o las famosas redes sociales, tan utilizadas hoy en día. Esos comentarios que se ven en algún posteo de Instagram, en algún hilo de Twitter, publicación en Facebook o en un mensaje por privado, no es sólo la mala intención del o de los que lo escriben sino que ya trasciende a algo superior: hablamos de violencia digital.

En consideración, la Cooperativa de Trabajo Ecomedios dialogó con la ingeniera industrial Macarena Gorgal, quien además trabaja actualmente colaborando con varias iniciativas, es docente en la Universidad de Belgrano de Buenos Aires, eventualmente colabora con el proyecto Mumuki, organización encargada de llevar adelante proyectos como Argentina Programa y la iniciativa llamada Informatorio, en la provincia de Chaco, con el objetivo de acompañar a personas en el aprendizaje de conceptos básicos y nociones sobre programación.

Gorgal comenzó explicando que “en términos generales la violencia es un todo que afecta a las personas en general, pero dentro del entorno digital o medios digitales, tanto hegemónicos o más pequeños, siempre suele haber grupos que atacan a las mujeres o disidencias. Suele haber tipos de personas que se dedican a tirar abajo el análisis de sentimiento de cada una de esas publicaciones”. Con análisis de sentimiento se refirió a lo que puede sentir o puede entender una persona que ingresa a un posteo o publicación y lee los comentarios de ella. “Si mandamos un ejército de trolls a comentar una publicación probablemente cuando la persona ingrese tenga una sensación negativa de ese posteo”, explicó.

Ante este paradigma de violencia digital y considerando que estamos en una era donde las redes sociales también son parte de una herramienta de trabajo, es parte de su movimiento social, fuerza política o creatividad o arte, el grupo de mujeres se divide en dos. Según explicó la especialista, algunas eligen cerrar sus cuentas, ya que el maltrato detrás de una pantalla es tan grande que hasta puede derivar en un problema de salud mental. “Llega un momento en el que más allá de la lucha y de todo lo que estamos tratando de construir, hay días en que es muy duro”. Tomar esta decisión tiene otro costo negativo, ya que lleva a las mujeres a la invisibilización y maltrato. Otro grupo quizá se plantea la idea de seguir con la permanencia en redes pero denunciando comentarios o cuentas.

La violencia en entornos laborales

Cuántas veces escuchamos o leemos cuestionamientos sobre por qué tal mujer está en tal puesto de trabajo, ¿se lo ganó?, ¿o hizo algo para que se lo dieran? “Nos ha tocado a todas defender más de una vez lo que una estaba tratando de concentrar en un concepto o en una idea por esta sensación de poca credibilidad que generan estos entornos digitales”, dijo Gorgal, haciendo referencia a las situaciones en donde se plantea el cuestionamiento sobre los estudios universitarios de las mujeres, por ejemplo las ciencias duras como las ingenierías.

En cuanto a esos roles de toma de decisiones y posiciones de liderazgo, “es muy probable que se tome como definición misma del lenguaje que esos roles tienen que ocuparlos una masculinidad, un varón generalmente cis y heterosexual. Se asume por definición de la palabra que un director o coordinador tiene que ser varón. La traducción en sí misma del lenguaje no es en masculino, pero aquí en Argentina se toma como masculino”, definió la ingeniera.

Un ejemplo reciente es el de la actriz y conductora Florencia Peña, donde se desató la polémica cuando salió a la luz su visita a Olivos en cuarentena. Acusaron a esos encuentros con el presidente como “visitas sexuales” sin entender que se trataba de una charla sobre la situación actual de actrices y actores en cuarentena, otra una actividad frenada y perjudicada por la pandemia. En su descargo Peña expresó: “¿Por qué con los hombres no se la agarraron, por qué conmigo? ¿Por qué tratan así a las mujeres? ¿Por qué con los hombres no, por qué tengo que salir a aclarar esto? Fue brutal el ataque, de una misoginia espantosa; me parece que no tengo que demostrarle nada a nadie”.

Esto también lo podemos relacionar con el famoso derecho de piso: “Una mujer cuando comienza un trabajo pareciera que está todos los días iniciando en una nueva oficina, porque siempre tenemos que demostrar que estamos a la altura de lo que se nos está pidiendo”, sostuvo Gorgal. Comentó además que se trata de una concepción cultural, “siempre nos van a estar midiendo con una vara diferente a la que se mide a los varones porque existe eso de que las mujeres no pueden o no son capaces”. La lucha de la mayoría de las mujeres por su propio espacio, por revalorizar sus estudios y su capacidad para llevar adelante un puesto de trabajo es tan laboriosa que hasta se puede sentir un agotamiento. “Estaría bueno repensar cómo es que las mujeres atravesamos y llegamos a estos lugares donde después tenemos que atravesar techos de cristal que cueste muchísimo romper y que probablemente nos cansemos antes de terminar de romperlo”, finalizó la especialista.

Fuente: Ecodías.

2022-02-02 16:01:00
Relacionados
Contactanos
Categorías

2021– © Rescoldo Todos los derechos compartidos

Editora asociada: María Laura Morales

Editor asociado: Pablo Bussetti

Portal con perspectiva de género y derechos humanos.

Desarrollado por Puro Web Design.

A %d blogueros les gusta esto: