Este sábado 23 de septiembre a partir de las 15 hs. realizará en la Estación Fluvial de Tigre el encuentro...
El 18 de enero del 2020, a la salida del boliche Le Brique, de Villa Gesell, el joven de 19 años, fue atacado a los golpes por un grupo de varones mientras le gritaban «negro de mierda, villero», posteriormente Fernando murió a causa de los golpes mientras estaba en la ambulancia.
El pasado lunes 2 de enero iniciaron las audiencias en los Tribunales de Dolores para determinar la responsabilidad de los ocho acusados por «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas», y también por «lesiones leves» sufridas por amigos de Fernando que estaban junto a él en la madrugada del crimen.
El asesinato de Fernando es un crimen racial, a pocas horas de iniciarse el juicio, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) por impulso de la Mesa de trabajo para la Promoción de Derechos de las Personas Migrantes en Argentina, junto con organizaciones de la sociedad civil exigió justicia frente a este crimen racial que forma parte de la violencia sistemática de la cual son víctimas las personas racializadas, indígenas y afrodescendientes en nuestro país.
Desde Identidad Marrón resaltaron que la única certeza que tenían los rugbiers eranel color de piel de Fernando y señalaron que hay algo que está más allá del status socio económico de la victima.
«Lo que ellos le gritaban mientras le pegan era negro de m* y eso tiene que ver con la apariencia, queremos destacar este componente entre muchas otras cuestiones porque por supuesto también hay una cuestión de clase y machista», resaltó Ana Clara Moncada de Identidad Marrón.
En nuestro país en la actualidad se puede observar que en la escala social hay un lugar de desprestigio a determinadas personas que tienen rasgos específicos. Si miramos dónde están los cuerpos marrones se puede notar la sobre representación en barrios populares, en los trabajos precarios, en el Congreso y/o en la Corte Suprema donde solo se ven personas blancas (mayoritariamente hombres pero no en su totalidad).
«Hay toda una herencia que se sigue sosteniendo hasta la actualidad, por ejemplo el gatillo fácil, si pensamos en las personas que reciben esas balas vamos a encontrar que hay una notoriedad respecto también a su apariencia: Facundo Ferreyra, Walter Bulacio o Rafael Nahuel, hay un ensañamiento en particular frente a determinados rasgos y color de piel, esto es histórico, ahora lo identificamos como racismo y este juicio da la oportunidad que toda la sociedad se replantee cómo nos tratamos entre nosotres», detalló Moncada.
Podes escuchar la entrevista completa acá:
Lic. en Comunicación Social con orientación en Periodismo (UNLP), Locutora Nacional de Radio y Tv (ISER), estudiante de Lic. en Letras (UBA).
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