Semana mundial del parto respetado
Semana del parto respetado Muchas formas de parir los mismos derechos

En nuestro país la ley 25.929 establece y reconoce los derechos de quienes están por parir, el recién nacidx y su familia

Desde el año 2004 toda la semana del 16 al 22 de mayo se celebra la semana mundial del Parto Respetado. Este año bajo el lema “El respeto por las necesidades de la madre y su bebé en cualquier situación” busca promover la importancia de contemplar en las medidas de cuidado para COVID-19 los derechos de las personas gestantes y sus bebés.

Es una semana de concientización mundial acerca de los derechos de quienes están por parir y de quienes están por llegar a este lado del mundo. Y para poner en valor las decisiones que se toman y se desean al momento de parir. Con el objetivo principal de visibilizar el modo en que se atienden los partos en todo el mundo y exigir el cumplimiento de los derechos vinculados al nacimiento.

¿Pero existe una forma determinada para parir? Desde comienzos de siglo veinte, cuando los nacimientos comenzaron a realizarse en las instituciones médicas, el acto del nacimiento fue mutando de tal manera, que las prácticas para ayudar a nacer a un bebé quedaron vinculadas más a un proceso médico que al hecho del nacimiento en sí mismo. Se pusieron por encima las necesidades del sector médico por encima de las necesidades y derechos de lxs gestantes y sus bebés.

El parto respetado supone generar un espacio donde la mujer, el cuerpo gestante y el recién nacidx sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible. Se deben respetar las particularidades de cada familia, sea etnia, religión, nacionalidad y se los debe acompañar en la toma de decisiones seguras e informadas.

En nuestro país la ley 25.929 enmarca estos derechos de protección en la salud, de información sobre los procedimientos médicos, sobre el respeto a la decisión familiar de cómo quieren vivir el nacimiento de su hijx. Para que todos estos derechos se cumplan y se lleven a la práctica en lo cotidiano es fundamental la información de que estos derechos existen y deben ser respetados.

“Cuando no se cumple con la ley 25.929 se está incurriendo en violencia obstétrica y si se incurre en violencia obstétrica se incurre en violencia de género y quienes no lo cumplen son profesionales de la salud, quienes son los que deberían garantizar estos derechos” explicó Mariana Laburu, integrante de la Colectiva Doulas Feministas en Radio Gráfica para poner sobre la mesa la complejidad del tema.

“Las personas tenemos el derecho a decidir cómo, dónde y con quién parir. Que todos los procedimientos que se realicen en nuestro cuerpo sean informados Que seamos tratadas como personas de derecho, que sean respetados nuestros derechos culturales y religiosos y sobre todo saber que lo que no se cumple dentro la ley es violencia sexual”, así lo explicó Mariana.

La ley de parto reptado establece que la mujer y cuerpos gestantes como usuarixs del sistema sanitario tienen derecho a recibir información de cada procedimiento que se lleve a cabo en su cuerpo (existencia de complicaciones, ventajas e inconvenientes de los posibles tratamientos), a decidir libremente la forma y posición en el momento del parto y a ser tratada con respeto y consideración de sus pautas culturales.

Es importante para quienes están transitando la gestación y están próximos al evento del parto saber que pueden decidir sobre cómo atravesar este momento. Saber que los tiempos naturales del parto deben ser respetados por encima de los tiempos de las instituciones médicas y de los profesionales de la salud. Es decir que no siempre es necesario suministrar medicamentos para que se produzca el parto. Suele ser una práctica común en las salas de parto, pero no siempre es necesaria, como así tampoco lo es la episiotomía, la cesárea o parir obligadamente sentada. Respetar el parto es respetar el tiempo de los cuerpos, “Acelerar los tiempos tiene más que ver con la agenda de la institución hegemónica que con los tiempos sexuales de quien está ahí siendo protagonista”, afirma Mariana.

“Hemos naturalizado una forma de parir y de nacer que es violenta y que no es extraña porque hemos naturalizado esa forma de ser mujeres o cuerpos gestantes que somos sometidas a las decisiones violentas de quienes detentan el poder hegemónico en función de derechos sexuales reproductivos y no reproductivos”.

En cada sala de parto se ponen en juego la vida y la integridad de las personas gestantes y sus hjxs. Resulta necesario un cambio cultural profundo de creencias, concepciones, prejuicios que invisibilizan la voz, los deseos y las decisiones de las personas gestantes para transitar el parto.

“Tenemos derechos sexuales, tenemos derechos culturales y todos estos son derechos humanos que debemos hacer respetar y no sólo desde la individualidad de quien va a parir, debe ser colectivo”, concluye Mariana.

Fuente: Radio Gráfica

2022-05-20 18:03:00
Categoría: Salud
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