La Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales cuenta con un predio en la Estación Experimental Ing. Agr. Julio Hirschhörn para la fabricación de alimentos deshidratados elaborados con la producción frutihortícola del cordón del Gran La Plata.
El presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, recorrió junto al intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, la Planta de Alimentos Deshidratados de interés social, y explicó que «se está trabajando por un modelo de universidad con compromiso social”.
La fábrica platense pone en la mesa de las familias argentinas alimentos deshidratados para preparar diferentes variedades de guisos de manera simple, sana y sabrosa. La universidad cuenta con un proceso de deshidratado de vegetales y un laboratorio de control de calidad de materias primas, insumo final y efluentes.
A través del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA), unidad dependiente de la UNLP, el Conicet y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), se elaboran guisos que las familias cocinan en sus propios hogares. Sólo deben hidratar las raciones y luego cocinarlas al fuego en una olla. Las preparaciones ya están condimentadas y saborizadas. La formulación de esos alimentos incluye carbohidratos, proteínas, lípidos (aceite vegetal), vitaminas y minerales.
El objetivo de elaborar estos productos no es el de comercialización, sino que el proyecto busca poner la producción a disposición del estado municipal, provincial y nacional, para cubrir las necesidades de los sectores más vulnerables en el marco de los diferentes programas oficiales de asistencia social.
Durante la recorrida por la fábrica pudieron ver en funcionamiento toda la maquinaria de industria nacional de procesamiento de la verdura fresca, el deshidratador de vegetales y las áreas de envasado y depósitos. La planta tiene capacidad para producir 150 mil raciones diarias de variedades de guisos deshidratados que se entregarán a las familias con necesidades de la zona.
El titular de la UNLP agregó que «compartimos con los municipios de la región la idea de que este modelo siga creciendo y que tenga articulación plena con los organismos del estado para poder intervenir en la planificación y ejecución de políticas públicas».
«Nuestras fábricas sociales existen, son hechos concretos que hay que saber aprovechar y ponerlas al servicio de los que menos tienen: hay que fabricar alimentos para los que pasan hambre y construir viviendas dignas para quienes no tienen techo», concluyó Tauber.
Por su parte, Cagliardi destacó que «esta planta es un aporte fundamental de la Universidad, que la pone a disposición de los municipios de la región y de los propios productores hortícolas de la zona. De esta manera la UNLP no sólo genera profesionales, sino que suma su conocimiento para ayudar a los que menos tienen».
Fuente: Unlp
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