En las imágenes quedó plasmado el brutal atentado que sufrieron las personas que estaban trabajando, haciendo trámites en la AMIA, como también les que circulaban por la zona, dejando un total de 85 muertos y más de 300 personas heridas.
Muchas de estas fotografías, por ser las primeras que circularon en los medios de comunicación, son parte de la memoria colectiva. Son documento histórico del feroz atentado y registro de la impunidad; en la actualidad los familiares de las víctimas siguen exigiendo justicia por lo ocurrido.
Las fotos de Menajovsky no fueron hechas buscando un impacto. Fue un registro desde la misma sorpresa y dolor de estar viviendo algo sin terminar de entenderlo. Pero sí encarnan sí el horror, son la evidencia visual de que él no quería estar ahí, ni estaba dispuesto a ponerse al servicio de ninguna espectacularidad.
«A las 9:53 tembló el piso, se escuchó un terrible estruendo y el ruido de los vidrios que caían, lo cual indicaba la cercanía que había tenido la explosión. Fui caminando, no fui corriendo. El grado del estruendo me hacía sentir que iba a ir al encuentro de algo muy feo de transitar”, contó Julio Menajovsky.
“Lo primero que vi fueron vidrieras rotas, ambulancias que iban y venían, gente que caminaba aturdida. La primera escena fuerte fue ver a un chiquito que quería salir corriendo de ahí. Cuando voy por Viamonte veo ya la montaña de escombros que había sobre Pasteur. Entré en un estado de perplejidad tal de no saber cómo encarar lo que estaba sintiendo», agregó Julio Menajovsky.
«A mí el acontecimiento me superó fotográficamente hablando. A las 9:53 me cambió todo y profesionalmente fue un punto de inflexión que no busqué ni esperaba tener”, detalló Menajovsky y agregó: “En la AMIA yo tenía una estimulación visual tremenda a tal punto que no podía decidir qué hacer con todo eso. En la única situación en la que yo creo que pude prever algo es cuando vi un par de ambulancias preparadas a recibir heridos con las puertas abiertas”.
Veinticinco
En 2019, Elio Kapszuk, gestor cultural, director de Arte y Producción AMIA le propone a Julio Menajovsky poner en diálogo aquellas imágenes con una serie nueva, a propósito de los 25 años del atentado.
“Lo invitamos a hacer retratos de estudio, perfectos retratos, inmaculados, que mostraran un encuentro de personas que se hayan vinculado a partir del atentado, a través de diversas circunstancias. Una excusa para compartir relatos que permitan revisitar los hechos históricos y sus consecuencias desde el presente», dijo Kapszuk.
Estos retratos fueron el resultado de la escucha y mirada amorosa de Menajovsky, quien a través de esas historias, dio luz a les protagonistas para mantener viva la memoria.
Feminista, Comunicadora (UBA) y Fotógrafa. Productora y Operadora de radio.
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