La policía de la Ciudad detuvo a Georgina Orellano secretaria general de AMMAR
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La dirigente sindical intentaba ayudar a una mujer trans que estaba siendo violentada por oficiales en el barrio de Constitución.

La madrugada del jueves 6, alrededor de la 1, la policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo a Georgina Orellano, Secretaria General de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), cuando intentaba ayudar a una compañera que se llevaban detenida y que denunciaba haber sido robada por quienes estaban realizando el operativo en el Barrio de Constitución. 

El miércoles por la noche un grupo de mujeres celebraba un cumpleaños, comiendo torta y cantando, como suelen hacer habitualmente, en una de las zonas de trabajo sexual cuando se acercó una compañera a contar que a una cuadra se estaba realizando un procedimiento y la policía tenía a una chica contra la pared que denunciaba que la misma policía le había robado el dinero que había cobrado del programa potenciar trabajo. Al escuchar este relato todas las mujeres que estaban celebrando el cumpleaños se dirigieron al lugar de los hechos, preguntaron quiénes estaban a cargo del procedimiento, qué se le estaba imputando a la mujer y cuál fiscalía intervenía pero no obtuvieron ninguna respuesta al respecto. Georgina Orellano contó que Débora, la detenida, les mostró que tenía el brazo izquierdo con pintura al igual que el pelo (al parecer en el lugar habían pintado recientemente) y denunció que le quitaron la cartera donde tenía 25 mil pesos, que le dijeron que eran 18 mil. Ante esta situación Débora entró en una crisis nerviosa y como es epiléptica le pidieron a los oficiales que les den su cartera para poder ver si tenía alguna medicación. Rápidamente la policía, al notar que eran muy pocos efectivos, pidieron refuerzos por radio “hay más de 20 travestidos irrumpiendo en el procedimiento que se estaba llevando en la Av. Garay y Salta”, comunicaron. 

Los efectivos que llegaron en vez de apaciguar la situación generaron mayor tensión y violencia, tiraban perros encima de las mujeres que estaban allí y el oficial a cargo informó que la iban a llevar a la comisaría para finalizar con las diligencias correspondientes. Relata Orellano que al continuar Débora en crisis los oficiales le pidieron si podía acompañarla para contenerla y así fue que se subieron las dos en el auto, sin esposas y con una policía femenina. Al llegar a la comisaría Orellano se bajó en el estacionamiento y antes de llegar a contactarse con el defensor apareció un policía que sin presentarse le preguntó agresivamente qué hacía ahí, la agarró del cuello de la campera, entre empujones y gritos le dijo que se retirara y Georgina intentando explicar que estaba allí por pedido de oficiales se defendió con un cachetazo a mano abierta. El oficial intentó avanzar para pegarle pero un efectivo le advirtió «jefe con ella no que es una dirigente gremial». Luego de insultos le pusieron “los ganchos” le dijo “vos no sabes con quien te metiste, no te quiero más por mí jurisdicción”.

Georgina relata que fue separada de la compañera a la que había ido a ayudar, que la enviaron a una celda, le revisaron sus pertenencias y luego la metieron nuevamente al patrullero para llevarlas a otro lugar porque no estaban dadas las condiciones correspondientes para que estuviera en la celda, la detuvieron, le imputaron el delito de atentado a la autoridad y lesiones leves. Además dijo que se acercó la legisladora porteña Victoria Montenegro a quien también maltrataron mientras decían “no nos importa la chapa que tenés, nosotros estudiamos para ser policías».  Finalmente se presentó el comisario y trató de apaciguar la situación, luego el subcomisario Diego Rivero habló en privado con Orellano y le dijo que no sabía que era de  Casa Roja y que tenía que reconocer que había estado mal. La dirigente se rehusó hablar con él, pidió por el defensor y agregó que el lugar donde ocurrieron los hechos tiene cámaras y que se va a poder ver cómo se presentó, se abalanzó, la agarró del cuello y ella defendió.

La Secretaria General de AMMAR explicó que estos procedimientos violentos son cotidianos, que desde febrero se agravó cuando cambiaron al comisario, subcomisario y a casi todos los efectivos policiales y agregó que cuando hay cambio de gestión aparecen estás situaciones: razias, pedido de identificaciones y procedimientos que las trabajadoras ya no naturalizan más. Orellano agregó que ya han denunciado en la legislatura porteña y se han presentado en la comisión de derechos humanos denunciando esto que ocurre con la policía. “Hay compañeras que han denunciado el robo de dinero en el programa contra la violencia institucional en el ministerio público de la defensa”, añadió. 

La violencia de la policía de la ciudad es cotidiana, lo vemos por la televisión: golpean a manifestantes con su escudo en el cuello o nos enteramos por las redes sociales a raíz de las compañeras solidarias que no miran para otro lado y reclaman por sus derechos. “Esta es una escena cotidiana, se trata de una arbitrariedad llevada adelante por personal policial de la comisaría vecinal N1 del barrio de constitución”, concluyó Orellana. 

Las fuentes oficiales hablaron con la agencia estatal de noticias Télam, notificaron que detuvieron a Débora por infracción a la ley de drogas y a Georgina por agredir a uno de ellos.

Las trabajadoras denuncian que en la ciudad en la que el jefe de gobierno es Rodriguez Larreta la policía hace procedimientos violentos, llaman travestidos a las compañeras, no respetan la ley de identidad de género, las agarran de los pelos y  las desnudan en el espacio público y muchas veces también les roban su dinero. 

Desde la CTA de las trabajadoras y trabajadores repudiaron la violencia institucional ejercida por la policía de la ciudad de Buenos Aires y exigieron al ministro de Seguridad Eugenio Burzaco y al gobierno que dejen de perseguir, extorsionar y reprimir a las compañeras del sindicato AMMAR.

2023-04-06 18:37:28
Categoría: Derechos humanos
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