La ley de Integración Productiva e Impulso al Trabajo en Barrios Populares (más conocida como ley Farmacity) prevé ofrecer exenciones impositivas y acceso a tierras e inmuebles a grandes empresas que se instalen en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires. La ley brindará beneficios a aquellas empresas que se instalen en el Barrio Padre Carlos Mugica (ex Villa 31), Barrio 20 de Villa Lugano, Rodrigo Bueno y Playón de Chacarita.
Tras la aprobación realizada por la legislatura porteña el pasado 3 de junio, vecinas, vecinos y vecines de los barrios porteños afectados se encuentran en alerta permanente ante el avance de una ley que se dictó sin el consenso ni apoyo de los habitantes de los barrios.
Felicidad Salinas es vecina y trabajadora del Barrio Mugica en Retiro, miembro de la Asamblea Feminista Villa 31 y 31 bis detalló con preocupación: “Este proyecto quiere que empresas grandes entren en los barrios. Supuestamente el 30% de los puestos de trabajo es para los vecinos. Pero yo me pregunto si es para beneficio de los vecinos, porque no sabíamos nada, los vecinos ni estaban enterados de esta movida”.
La preocupación de los y las vecinas es la continuidad de sus fuentes laborales, que con estas medidas se ven directamente afectadas. “Cuantas más empresas pone el gobierno de la Ciudad, con grandes descuentos, más ganancias para ellos y para los vecinos nada. En la 31 hay muchos micro emprendimientos de comidas, almacén, carnicerías, ventas de jugos y si traen esas empresas grandes van a quitar el trabajo a los emprendedores locales, le quitan el plato de comida a las vecinas y vecinos”, manifestó Salinas.
La propuesta lanzada por el Gobierno de la Ciudad está dirigida a empresas de capitales privados. “Esto no es para nosotros, no están pensando en el pobre, están pensando en la gente de plata, en el rico y en el negocio inmobiliario que puedan hacer. Tranquilamente podrían venir a hablar con los vecinos que tienen emprendimientos, pero no esto hace a un costado a la gente del barrio”, denunció.
El viernes pasado, la Asamblea Feminista volvió a organizarse en una nueva movilización para visibilizar las problemáticas del barrio y volver a manifestar el rechazo a la ley que pone en peligro su espacio y su trabajo.
Los y las vecinas se encuentran en alerta y en constante organización, desde la Asamblea Feminista debaten y exponen las temáticas de mayor relevancia que afectan a diario a los y las vecinas del barrio: “Hay muchas cosas por reclamar también, educación, salud urbanización. Hay chicos no tiene matriculación escolar, no tienen colegio y la falta de perspectiva de género. Un detalle, las escrituras que se han entregado están a nombre solo de varones, por ejemplo y así con un montón de cosas más”.
Proponen que las tierras y espacio que se utilizarían para la implementación de la ley deberían destinarse para resolver el déficit habitacional de los barrios afectados y generar espacios de cuidado para los y las trabajadoras, para mejorar las plazas o para el polo productivo de la economía popular:“No vamos a permitir que entren en el barrio. El barrio es de los vecinos que vivimos acá, Larreta no vive en el barrio, no sufre como nosotros, no está sin luz, sin agua, no los vamos a dejar avanzar” concluyó Felicidad.
Lic. en Comunicación Social con orientación en Periodismo (UNLP), Locutora Nacional de Radio y Televisión (ISER)y Community manager.
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