Alejandro Dujovne analiza el mercado del libro y las políticas necesarias para crecer.

La pandemia generó problemas en distintas industrias, una pandemia sobre otra, el covid vino a profundizar algunos problemas que ya se evidenciaban en la anterior pandemia: la macrista. La industria del libro padeció ambas, incluso fue el covid algo más benévolo que el gobierno de Cambiemos. Es conveniente pensar las distintas actividades culturales como lo que son, industrias, mercados, que dan trabajo además de generar pensamiento, pluralidad, en fin cultura. Hace pocos días se hizo evidente la crisis en el INCAA, una industria que da trabajo a aproximadamente 500 mil profesionales, números similares se manejan en el teatro, el libro, la música. Es fundamental poder pensar estas áreas como sectores productivos y dejar de lado esa idea conservadora de que el arte es algo accesorio que solo puede ocupar el tiempo y el dinero de los estados una vez que todos los demás problemas estén resueltos, sobre todo porque ese momento es siempre una frontera que se corre y paradójicamente porque si esas áreas no se incluyen como parte de la producción nunca será el momento de ocuparse justamente porque todos los trabajadores de esta industria deberán trabajar de otras cosas. Por ende es primordial que los estados tengan políticas activas de producción cultural y de crecimiento de esos mercados, no solo por el capital cultural que se genera sino también por la enorme cantidad de trabajo que generan esas actividades.

Hace tiempo que da vueltas por los pasillos del congreso una ley del libro, pasan los años y sigue esperando su tratamiento y aprobación, de alguna manera tal vez milagrosa la industria sigue creciendo, la pandemia permitió de alguna manera seguir trabajando a los autores y las editoriales a través del trabajo remoto, más difícil fue para las librerías porque si bien pudieron abrir rápidamente en relación a otros comercios, visitar una librería es una experiencia que requería una interacción que los primeros tiempos de la pandemia no permitían. Las ferias fueron virtuales o con cupo, las presentaciones fueron por zoom, la distribución se hizo difícil por las restricciones para circular y demás problemas, pero sin embargo la mayor parte de las librerías, editoriales, bibliotecas llegaron hasta estos días donde la pandemia parece estar retirándose. Pero prácticamente llegaron aquí por el empuje, la imaginación, la pulsión, de lectores, escritores, libreros, editores, traductores, correctores y con cierta desidia de los distintos gobiernos para sostener esta industria.

La participación del estado para coordinar, favorecer, ordenar y promover este mercado es fundamental para el sostenimiento y crecimiento del área, para eso es indispensable el análisis y el estudio del funcionamiento de libro como industria, una tarea que lleva adelante Alejandro Dujovne desde el Centro de estudios y políticas públicas del libro de la UNSAM, entender para generar políticas públicas.

Sería deseable que los distintos estados presten atención a estos trabajos para favorecer no solo la industria sino también fundamentalmente nuestro patrimonio cultural.

De todo esto habló Alejandro Dujovne en Escalando la tarde.

Fuente: megafonunla

Juan Manuel Caravello

Lic. en Letras y conductor de radio.