Este sábado 23 de septiembre a partir de las 15 hs. realizará en la Estación Fluvial de Tigre el encuentro...
El miércoles 29 de marzo, lxs trabajadorxs de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se movilizaron hasta las puertas del Rectorado para exigir la derogación del nuevo reglamento de afiliaciones de DOSUBA, Obra Social de la Universidad de Buenos Aires.
El conflicto comenzó luego de que, en la última sesión del 2022, el Consejo Superior aprobara el Reglamento de Afiliaciones de la Dirección General de Obra Social de la Universidad de Buenos Aires (DOSUBA). Si bien esta medida contó con el apoyo del gremio nodocente APUBA, de inmediato encendió las alarmas del personal que no tuvo voz ni voto, pero sí resultó afectado.
“Nos reunimos frente al Rectorado por segunda vez exigiendo la derogación que excluye de la obra social a lxs compañerxs que se jubilen desde el 1° de enero de este año. Es una resolución que se firmó el 14 de diciembre del 2022, en plena euforia mundialista. Consideramos que es un avasallamiento a los derechos adquiridos y pierde el espíritu que tienen las jubilaciones en nuestro país como sistema solidario”, dijo Carina Pouso, trabajadora nodocente autoconvocada de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN).
En líneas generales, con la modificación del reglamento de afiliaciones, el acceso a la obra social es obligatoria para el personal rentado (docente y nodocente) y opcional para becarixs, trabajadorxs con licencia sin goce de sueldo y “jubiladxs en situación de alto riesgo y/o alto costo” preexistente al cese de funciones. Cabe aclarar que, mientras estuvo vigente el régimen anterior, todxs lxs jubiladxs de la UBA tenían la opción de continuar haciendo uso de su obra social abonando un porcentaje de ese beneficio como cuota de afiliación, mientras que el nuevo reglamento dispone que será facultad de la Dirección de la Obra Social considerar cuáles son las enfermedades consideradas de alto riesgo y/o alto costo.
Un dato no menor es que lxs trabajadores de la UBA están obligadxs a afiliarse a DOSUBA. No tienen la posibilidad de derivar sus aportes a otras obras sociales. Algunas de las personas consultadas por Rescoldo manifiestaron que, en menos de diez años, “la obra social se vino abajo”, con menos prestadores y más aumentos en el precio de los copagos. Se trata de un organismo descentralizado, dependiente del Rectorado de la UBA, que no cumple con la misión descrita en su estatuto: desarrollar un plan permanente y progresivo de seguridad y bienestar social que permita brindar una asistencia médico-odontológica adecuada (y otras prestaciones sociales) a los integrantes de la comunidad universitaria, a través de servicios propios o de convenios con terceros.
En el año 2019 se llevaron a cabo las primeras reuniones de nodocentes autoconvocadxs de la FCEyN, mientras que la comisión interna de APUBA decidió no acompañar sus demandas. Se realizaron asambleas abiertas, a las cuales se sumaron docentes, investigadorxs y estudiantes de la misma Facultad. En agosto de ese mismo año, junto a otras dependencias de la UBA, presentaron un escrito ante el Consejo Superior manifestando su preocupación y estado de alerta ante el mal funcionamiento DOSUBA.
Es relevante mencionar ese antecedente, dado que todavía no se han resuelto las cuestiones de fondo. Esta decisión del Consejo Superior tira abajo uno de los argumentos más fuertes que sostuvo la lucha de lxs trabajadorxs en defensa de DOSUBA: el solo hecho de ser docente o nodocente jubiladx permitía optar por continuar haciendo uso de la obra social, abonando la cuota de afiliación correspondiente. Si hoy se excluye a jubiladxs por un conveniente “vacío legal”, cabe preguntar cuál sería el motivo para impedir que el personal rentado desregule sus aportes.
“Nosotros defendemos nuestra obra social, queremos que no nos avasallen en pos de un supuesto mejoramiento porque sacar a los jubilados de la obra social no la va a salvar, esa no es la solución. Si hay problemas en la obra social que se resuelvan de otra forma, pero no con los más débiles”, sostuvo ayer Gabriela Cornelli, trabajadora nodocente autoconvocada de la FCEyN en una entrevista que dió para Radio Gráfica.
“No pedimos ninguna modificación, sino que esta resolución sea derogada. Nosotros convocamos a asambleas, votamos entre compañerxs y decidimos todas las acciones y hemos logrado juntar mucha gente. Sabemos que la lucha recién comienza y va a ser complicada, pero creemos que es un derecho que nos fue vulnerado. Nos sentimos pisoteados como trabajadores y le vamos a dar pelea. Haremos todo lo que sea necesario hasta que esta resolución sea derogada”, agregó Pouso.
Lic. en Comunicación Social orientación periodismo UNLP, Locutora Nacional de Radio y Televisión ISER, estudiante de Abogacia.
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