El drama «La deuda del grito» es una producción teatral a cargo de la Compañía Siete Colores Diversidad, dirigida por Daniela Ruiz.
Cada personaje cuenta una historia, la realidad de muchas travestis que son atravesadas por la pobreza en el contexto del sur global. En la obra los monólogos desarman las realidades de muchas mujeres, indígenas, marronas, travestis migrantes y racializadas.
Esas mujeres, las olvidadas por el tiempo y las miradas, quieren gritar las injusticias que viven a diario pero saben que no serán escuchadas. Y si las escucha, su voz será cenizas en el aire del tiempo, siempre las peligrosas y sospechosas de su propia verdad. El silencio oprime la sabiduría de las voces heridas por la colonización. La memoria ancestral permanece activa a través de sus deseos y la creatividad.
Esta última década se destaca por un feminismo que toma las pantallas, los escenarios, y los micrófonos en América Latina, en esta tierra que desde su vientre de tierra le da vida a las hijas y nietas de las indias, de las campesinas, de las marginales que con resistencia buscan formas de existir y resistir. Entretejer vínculos con la mirada de género en las artes escénicas se torna fundamental para recuperar la memoria ancestral que fue saqueada. ¿Llegará un tiempo en el que su grito sea escuchado?
Este sábado 21 de mayo a las 21 horas en el Espacio Cultural Julian Centeya, ubicado en Av San Juan 3235, en el barrio de San Cristóbal con entrada libre y al sombrero.
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